Además, contiene minerales como potasio y magnesio, ambos indispensable para un adecuado funcionamiento del sistema nervioso y de la musculatura en general. Asimismo, posee en menor medida fósforo y calcio, ideales para fortalecer nuestros huesos.
Su contenido en agua es grande, lo cual determina que su valor calórico no sea muy elevado. Contiene semillas y pulpa con fibra que han determinado su uso como laxante natural y a su vez, tiene escaso aporte de grasas.
Sus propiedades nutricionales han conferido a este fruto múltiples utilidades, entre ellas, se utiliza en casos de hipercolesterolemia, hipertensión, hiperuricemia, estrés, defensas bajas, anemia y factores de riesgo cardiometabólico como pueden ser la diabetes u obesidad.
Su sabor agridulce va de la mano con su exótica apariencia, pero al mismo tiempo, el aroma floral que se desprende al consumirlo atrapa el paladar de cualquier persona que gusta de un pequeño bocado dulce, reducido en calorías y grasas, y de gran valor nutricional.
La fruta se puede consumir fresca, cocida, hervida, en batidos, en ensaladas u otras preparaciones. Su utilización versátil, su particular sabor y sus beneficios para la salud han sido las características que permitieron al fruto insertarse en la alimentación humana.
El litchi poco a poco va ganando espacio en nuestra alimentación, pero aún no se conoce mucho acerca de ésta fruta. Por ello, una buena forma de diversificar nuestra ingesta de frutas y con éstas, sus valiosos atributos, es conocer su composición, sus vitaminas, sus minerales y sus aportes a la salud del organismo.
Cada alimento es poseedor de diferentes cualidades que pueden beneficiar nuestro organismo. Nuestro objetivo es conocerlo y darlo a conocer con la única finalidad de prevenir carencias, incluir alimentos saludables y diversificar nuestra dieta actual.
